Prácticas de la transdisciplinariedad en la relación universidad-comunidad

Abstract

Las disciplinas se constituyeron, a partir del siglo XIX, como estructuras para la formalización del conocimiento con el propósito de delimitar y conformar objetos de estudio. Esta formalización no solamente supone un objeto propio, sino también la “propiedad exclusiva” de metodologías, métodos y teorías que, en su carácter total, conforman un conocimiento encerrado en sí mismo. Así, las disciplinas vienen a ser una forma organizacional que delimita fronteras, segmenta y constituye parcelas en las diversas formas del conocer. El fundamento racional en la segmentación del conocimiento está relacionado con una visión de mundo en donde predomina lamecanicidad, las relaciones causales y lineales. Esta visión supone que un todo puede ser dividido en partes y que el conocimiento de las partes supone un conocimiento del todo. Como consecuencia, si el mundo es divisible, el conocimiento sería igualmente segmentado en partes físicas, químicas, biológicas, psicológicas, etc. Como consecuencia hemos entrado en un mundo donde la curva ascendente de la especialización ha llegado a niveles en donde podríamos hablar ya de “hiperespecialización”. Como menciona Edgar Morin, “La frontera disciplinaria, su lenguaje y sus conceptos propios van a aislar las disciplinas con relación a otras y con relación a los problemas que cabalgan las disciplinas. El espíritu hiperdisciplinario va a devenir en un espíritu de propietario que prohíbe toda incursión extranjera en su parcela de saber.”(2005). El movimiento transdisciplinario intenta dar cuenta de la necesidad de abrir los saberes del encierro disciplinario y de la complejidad de nuestro entorno. Esta apertura de saberes supone transitar, atravesar y complementar las disciplinas que por años han formado parte de nuestra estructura académica y curricular. La transdisciplinariedad no intenta desvalorar ni eliminar la producción de conocimiento que se han generado a través de las disciplinas, sino complementar el trabajo intelectual desde una visión que asuma la totalidad como un algo complejo, multidimensional y que, en ocasiones, la delimitación de las disciplinas no permite aprehender un fenómeno desde la diversidad de niveles que lo componen.